El objetivo fue comparar los aromas procedentes de la madera de barricas de roble francés con tostado medio fabricados por inmersión y las fabricadas sin inmersión sobre el vino terminado. El estudio químico y organoléptico se desarrollo durante 3 años y contó con la colaboración de expertos enólogos para su valoración organoléptica.
De los resultados analíticos podemos concluir que las barricas por inmersión son barricas más respetuosas con la fruta del vino, son barricas más homogéneas entre si y aportan aromas más equilibrados y complejos, con suavidad y armonía en boca.