Agua, sol y tiempo, el secreto para conseguir el secado perfecto

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Han realizado un viaje muy largo: algunas han llegado en barco desde América; otras lo han hecho en camión desde Francia. Todas necesitan descansar. Y esto es algo que harán sin prisa cuando lleguen a Tonelería Murúa. 

 

Porque si la elaboración del vino es un proceso lento y laborioso, el de la fabricación de una barrica lo es tanto o más.

 

Hoy, queremos mostrarte nuestro secado de la madera. Un proceso natural, diferenciador y único al que hemos dedicado decenas de estudios e investigaciones hasta dar con el secado perfecto.

Una de las imágenes que más impacta al visitante es contemplar los 18.000 metros cuadrados al aire libre donde descansan las duelas. Aunque no de cualquier manera. Al llegar aquí se reapilan y colocan en un ángulo de 45º con orientación de aire Este-Oeste. No es capricho. Es investigación. Haciéndolo así se consigue que el aire circule entre ellas y el secado sea más homogéneo.

 

Contrariamente a lo que se podría pensar, la madera se seca con agua y con sol. Las inclemencias meteorológicas, lluvia, nieve… son aliadas en nuestro proceso natural del secado. Ellas cumplen su función: lavan la madera y eliminan los taninos astringentes para obtener un óptimo nivel aromático y fenólico. El tiempo prolongado y la climatología permite crecer ciertos hongos aportan el toque elegante del secado. Solo así somos capaces de entender por qué secar una madera es un proceso tan lento.

 

Como explicábamos, hemos invertido muchos recursos en I+D+i hasta dar con el momento perfecto, casi mágico, que da fin al secado. Sabemos cuál es el grado de humedad ideal.

 

La especial climatología y situación de La Rioja hace que sean necesarios secados más largos que en otras zonas. Para conseguir que el secado perfecto la madera de roble americano  permanecerá un mínimo de 24 meses y la de roble francés, al menos 36 meses.

 

Las barricas de edición limitada, sólo 300 unidades anuales, el secado se prolonga hasta 60 meses o mas.

El final de secado marca el inicio de otro interesantísimo proceso que llevamos practicando desde hace más de un siglo: la inmersión. Una técnica que instauró el fundador de la tonelería y que es marca de la casa. Aunque, sobre ella, te hablaremos en otro post.

 

Por cierto, seguro que te encantaría saber cuál es ese grado mágico de humedad, pero nos vas a permitir que guardemos el secreto.

 

NOS ENCONTRARÁS EN NUESTRA NUEVA DIRECCIÓN DE TONELERÍA MURÚA: AVDA LENTISCARES 35, 26370 NAVARRETE, LA RIOJA.