Experiencia, conocimiento y amor por el roble

No Tags | Tonelería Murua

El roble es un elemento indispensable para la elaboración de grandes vinos. Los departamentos de Enología invierten grandes esfuerzos para conseguir la madera que aporte esa elegancia a sus vinos. Pero, ¿por qué roble? ¿Qué aporta este tipo de madera y no otras? ¿Siempre ha sido así?

 

Por sus peculiares características: cesión adecuada de componentes tánicos y aromas, aporte exacto de oxígeno a través de los poros… las barricas para la crianza del vino se fabrican casi en exclusiva de madera de roble. Pero no siempre fue así; antiguamente se producían con la madera más abundante del lugar de producción y su oferta también estaba muy condicionada al desarrollo y necesidades de la industria naval. Por ello, se utilizaron otras maderas como castaño, pino, acacia, cerezo, fresno, haya, roble, etcétera.

 

En Tonelería Murúa hemos trabajado históricamente con barricas de roble. De hecho, varios de nuestros proveedores lo son desde hace cuatro generaciones, desde que Don Justo Murúa iniciara su  empresa en el año 1898. De ahí nuestra experiencia, conocimiento y amor por el roble.

 

 

Gracias a los componentes nobles que posee la madera de roble, las barricas fabricadas con estas maderas aportan compuestos aromáticos que complementan el perfil de los vinos, y de los taninos que incrementan las sensaciones de estructura en la boca. Además, juegan un papel fundamental a la hora del envejecimiento del vino.

 

El francés y el americano son los dos principales tipos de roble que se utilizan para la fabricación de nuestras barricas. Pero hay importantes diferencias entre uno y otro. ¿Las vemos?

 

Roble francés

 

El roble francés (Quercus petraea) procede de los bosques del centro de Francia. Su concentración de taninos elágicos supera entre 3 y 5 veces al roble americano y, por tanto, aporta un importante estructura polifenólica al vino, confiere mayor longitud en boca y promueve la estabilización del color. En general, destacan los aportes de aromas balsámicos y especiados, muy respetuosos con la fruta del vino.

 

Tras muchos meses de secado natural en nuestros patios, nuestra barrica de roble francés Murúa garantiza sutileza, equilibrio y respeto a la fruta. Como resultado tendremos vinos de mayor longitud en el centro de la boca y realzará las sensaciones táctiles del vino que confieren mayor persistencia y estructura. Serán vinos con gran longitud y finura.

Los distintos descriptores aromáticos evolucionarán según la intensidad y tiempo del tostado porque cada barrica se realiza consensuando los requisitos con el enólogo de la bodega.

 

Un paso más: Soixante Murúa. Una barrica cuya producción se limita a 300 unidades al año y que es fruto de exhaustivos análisis químicos y sensoriales en diferentes varietales.

 

Con una meticulosa selección de las tablas de grano extrafino y tras un secado natural de 60 meses, esta barrica está diseñada para ensalzar la estructura del vino y promover su noble afinamiento.

 

 

Roble americano

 

El roble americano (Quecus alba) procede exclusivamente de los bosques montes Apalaches. Los más apropiados se seleccionan para tonelería, pero sólo las tablas idóneas se envían para formar parte de las barricas para crianza de vino.

 

Aporta un adecuado nivel de polisacáridos e imprime al vino un mayor volumen de entrada en boca. Imprime mayores sensaciones aromáticas que el roble francés.

 

Estos meses de secado natural en el patio de Tonelería Murúa son fundamentales para la maduración de esta madera y garantiza que la barrica aportará al vino la elegancia de taninos finos. Las notas aromáticas, desde vainilla, caramelo, avellana, especias suaves y matices de pastelería, se desarrollarán durante la crianza del vino en función de la intensidad y tiempo de tostado acordado con el enólogo.

 

Por otro lado, las exclusivas barricas de roble americano Murúa Selection, de las que solo fabricamos 500 unidades anuales, son el resultado del desarrollo de un riguroso estudio sobre el comportamiento de los vinos. 36 meses de secado natural y la selección minuciosa de las tablas de grano extrafino consiguen que Murúa Selection imprima al vino la versión más delicada del roble blanco americano.

 

Elección del roble

 

Después de cien años en el sector, conocemos las maderas, los métodos de selección de los troncos y el cuidado de los bosques.

 

El conocimiento de todos los factores que intervienen en la elección de la madera y los detalles de fabricación hace que podamos prever el comportamiento de la barrica y decidir cuál es la mejor opción para garantizar la armonía en el ensamblaje entre el vino y el roble.

 

Elegimos los mejores ejemplares para convertirlos en la cuna de grandes vinos. Conocer desde el inicio lo que hacemos nos ayuda a aconsejar a nuestros clientes. Pregúntanos.

NOS ENCONTRARÁS EN NUESTRA NUEVA DIRECCIÓN DE TONELERÍA MURÚA: AVDA LENTISCARES 35, 26370 NAVARRETE, LA RIOJA.